domingo, 21 de febrero de 2010

Julián, todo un personaje.

Hola a todos y todas.
En esta entrada quisiera hablar un poco de esas personas que nos rodean y nos hacen de la vida un lugar interesante de vivir y rico de anecdotas.
Es de Julián (o julianín como se le llamaba cuando era más pequeño) a quien me refiero. Es un amigo de mi hijo, y de la familia por ende. Es de esas buenas personas que como a don pepito o a don José, nunca le falta el saludito cuando te ve o cuando llama por teléfono. Un buen crío como decimos en Murcia.
Tiene cosas que son únicas como llamar a las 11 de la noche por teléfono, y tras cinco minutos de hablarle tu, hay un silencio al otro lado del teléfono que indica dos cosas, o se te ha cortado la llamada, o se ha quedado sin palabras. Ni un cosa ni la otra, es que Julián se ha quedao más frito que una alita del Kentucky Fried Chicken y al que solo le escuchas un ligero roncar de fondo.
Se te monta un gimnasio, preocupado en su edad, por el aspecto físico con dos botellas de agua y cuatro cartones de leche a modo de mancuerna y no duda en declarar su intención de quedarse a vivir en casa cuando se le propone adoptarle.
El otro día le dije que era "el puto amo", y así lo creo porque en eso del puto amo incluyo la genialidad del ingenio. ¿Pues no va y me dice que, con sus recién cumplidos 18 añitos, prefiere mantener el carnet de identidad antiguo, porque puede fotocopiarlo y quitarse años para ir a la sala de lectura infantil de la biblioteca?.
Lo dicho. un tio genial. A mi me cae muy bien aunque supongo que mis gustos no tienen por qué coincidir con el resto de los mortales.
Supongo también que, en el fondo, todos tenemos un Julián en cada casa.

Recibid un saludo.

Juanjo O'Pater



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